Muy buenas!
Llevo mucho tiempo dando vueltas a diferentes temas de los que poder hablar en un blog, y es que en realidad, hay tanto escrito y grabado, que parece casi imposible encontrar algo que realmente merezca la pena leer. Algo que no nos aburra, algo que aporte un enfoque diferente al de tantos otros.
En internet está todo y San Google pronto expedirá títulos académicos con máster a través de Youtube.
No obstante hay un tema recurrente que suelen preguntarme siempre mis clientes y colaboradores, sobre los propios objetos que tanto amamos. Esas piezas de incuestionable valor que tantas veces introducimos en nuestros proyectos, esas soluciones audaces, ese diseño tan amado por uno, odiado por otros. La pregunta es, ¿dónde queda la funcionalidad? ¿Puede un objeto bello, de incuestionable valor estético, puede un hito del diseño ser funcional?
Yo sé la respuesta, y en este blog analizaremos todos esos objetos de deseo que estamos deseando ubicar en nuestro hogares o negocios para hablaros desde un razonamiento lógico, desde la sinceridad de quien no teme el error, para que conozcáis desde un punto de vista profesional la realidad de los objetos que nos rodean.
Buscaremos a los clásicos y, sobre todo, a los nuevos. A todos aquéllos productos del lujo que tanto amamos en las revistas y veremos si realmente se trata de un error o un acierto total. Hablaremos sin tapujos de las modas, de las tendencias, de lo que está por venir, de lo que es efímero y de lo que puede permanecer… ¿Cuánto pagarías por un objeto que tiene los días contados? ¿Existe de verdad la eternidad en el diseño?
Hoy en día convivimos con muchísimos clásicos. Empresas como Cassina o Vitra trabajan diseños del siglo pasado, objetos creados por los grandes precursores del movimiento moderno que siguen siendo “modernas” piezas de indiscutible belleza pero… ¿Es la LC4 de Le Corbusier y Charlotte Perrian realmente un acierto?
Vamos a destripar el diseño de lujo para que conozcas todo cuanto debes saber de los clásicos y contemporáneos que se venden a precios que siempre superan las cuatro cifras.
¿Acierto o error?
Design addicted
by ANTRO